Años atrás impartir educación didáctica implicaba gran seriedad, seriedad que estaba sumamente inclinada hacia lo austero, hacia la severidad. El enseñar a los niños pequeños significaba máxima disciplina, hondamente lo estricto era lo propio, y si bien siempre escuchamos a nuestros padres decir que la educación de antes era mucho mejor, que en las escuelas y colegios de sus tiempos los niños aprendían mucho más de lo que aprenden ahora en las escuelas, no podemos quitarles razón, pero en lo que ellos no pueden quitarnos razón a nosotros es que los métodos educativos de antes solían excluir a algunos niños, a aquellos que les llamaban de lento aprendizaje.
Felizmente en la actualidad la educación es menos rigurosa, con esto no queremos decir que sea una educación deficiente, por el contrario, se trata de una educación enriquecida gracias a estudios científicos que aportan mejores métodos y técnicas de educación, como ejemplo de estos métodos podemos mencionar los dibujos de la letra ch para aprender, se ha reafirmado más de una vez que apoyar las letras con una imagen que corresponda a su sonido es captado, analizado y comprendido más rápido por los niños.
Actualmente se trata de una educación más amistosa que no excluye a ningún niño, de hecho a los niños que no se destacan por sus notas ya no se les llama niños de aprendizaje lento, sino que se les ubica en la categoría de educación especial, en la que sencillamente se les pone mayor atención y se les indica tareas especialmente diseñadas para que pueda manejarlas y comprenderlas correctamente.
Globalizando los métodos de educación didáctica actuales, estamos consientes que no podemos etiquetar a un niño ligeramente, es decir no podemos decir que un niño es menos inteligente que otro solo por sus notas y/o capacidades de habilidades cognitivas, más bien se entiende que cada niño tiene su ritmo de aprendizaje y lo que se procura lograr es que en cada etapa de la educación, cada niño, aprenda realmente a través del desarrollo del proceso de su raciocinio, que realmente comprenda lo que se le está enseñando sin dejar que ningún niño se atrase o se adelante demasiado.
Como mencionamos antes, hoy día uno de los mejores métodos de enseñanza es a través de la experiencia y el acompañamiento visual. Siguiendo con el ejemplo inicial de nuestro artículo, las fichas de la letra CH son una poderosa herramienta para enseñar el alfabeto a los niños.
Está claro que los dibujos de ch para aprender son un método que acelera el proceso de comprensión y por ende el aprendizaje. Cuando enseñamos las letras a los niños la intención no es solo hacer que se las aprendan, lo que hacemos es darles una completa introducción a la lectoescritura. Si desde muy temprana edad familiarizamos a nuestros niños con dibujos de ch, (para seguir con el mismo ejemplo), estos, además de aprender las letras y sus sonidos comenzaran con la asociación de silabas, y a su vez apoyados en los dibujos de ch, la visualización los ayuda a asociar los sonidos de las silbas en conjunto con el nombre de las cosas poniendo a trabajar al máximo su desarrollo cognitivo así como su proceso de razonamiento.
Por lo expuesto en nuestro párrafo anterior confirmamos la importancia de una correcta asociación, en este caso a través de los dibujos de ch aprenden el sonido de la letra, la unión de las silabas gracias al apoyo visual y por tanto avanzan hacia la conformación de las palabras rápidamente, quizás parezca que le damos demasiada información de una sola vez, y es cierto, pero lo maravilloso de este método es el cómo le proporcionamos toda esa información:
CH (SONIDO) + DIBUJO (UNA CHIMENEA POR EJEMPLO)=ASOCIACION
Ya saben cómo suena la ch, forman una silaba con la ch, la asocian con el objeto que corresponde, entonces aprenden una letra, una palabra, y el nombre de la estructura que se usa para calentar las casas, o por donde baja Santa Claus a dejar los regalos.